
A
los dieciséis años, Jesús Jáñez “el
Chuli”, era el encargado de llevar el material deportivo del equipo del Circular, uno de los más antiguos y más
importantes de la ciudad (pues su fundación data de 1921, tiempos en que comprar
un paquete de cigarrillos en el kiosko de esa misma plaza costaba tan sólo
quince céntimos de peseta), hasta que un día el Destino le ofreció la
oportunidad de jugar en el equipo, junto al Peseta
y Antonio Roig, tras quedar la
plantilla reducida a diez futbolistas por el encarcelamiento de uno de sus
jugadores debido a que profesaba ideas republicanas.