
Antonio
Merino, fundador del mítico Recreativo Europa Delicias en 1944, recordaba al
valiente y modesto David bíblico haciendo temblar al gigante y poderoso Goliat, “regalando” al fútbol vallisoletano, en
general, algunos de sus momentos históricos más brillantes, durante una travesía que
comenzó en 1944 y terminó en 1972 con el mismo Capitán con que se había
iniciado aquella hermosa aventura que terminó convirtiéndose en leyenda.