Afable
y sencillo de abordar, Valentín Gallego “Tinín”, cuya principal cualidad es la
modestia, revive aquella época
inolvidable que comenzó con la fundación del Racing Valladolid en 1966 y que perduró hasta 1981, siempre “escoltado”, por un lado,
por su guardia pretoriana formada por Solete, su eterno lugarteniente y otrora
gran defensa central del Racing, y
por otro, por su “agenda”, un pequeño librito donde guarda los recortes de prensa que los
diarios de la época dedicaron al “milagro” del Racing Valladolid con su ascenso
a liga nacional juvenil en 1978, una historia de la que “he regalado un ejemplar
a todos y a cada uno de mis jugadores que, además, han sido todos mis amigos”.