Si
el fútbol modesto tiene muchos y muy meritorios protagonistas, Marcelino Muñoz
es, sin duda ninguna uno de ellos, tras casi cuarenta años vinculado al C. D.
Tudela, un deporte, el fútbol que, si bien nunca practicó, sin embargo, siempre le apasionó, ya desde los tiempos en que los campos eran de tierra
caliza y donde un jabalí obligó a interrumpir el transcurso de un partido en 1956.