Deportivamente,
Jesús Aguilera, está fielmente adscrito al Pegaso
desde 1986, único club con el que ha estado vinculado, situación favorecida
por haber sido trabajador de la empresa del mismo nombre buena parte de su
vida, lo que propició que se le requiriera “para echar una mano en eso del
fútbol” a lo que, alguien tan solícito como él no pudo decir que no, pues tras
su corazón grande y espíritu protestón, se esconde una sensibilidad exquisita
cuyo ejemplo más significativo es que, llegada la Navidad, se disfraza de Sata
Claus para, cargado de regalos, hacer felices a los niños en su eterna Finca
Canterac.