Jugador
del Juventud San Pedro en la temporada 1967/68; entrenador del Zorrilla,
Facultad de Derecho durante las temporadas 1973/75 y del Valladolid juvenil en
la 76/77; directivo en la Federación Oeste de Fútbol desde 1973 hasta 1976;
segundo entrenador del Real Valladolid desde 1977 hasta 1988, y, desde
1989 Secretario Técnico en clubes como
el Real Oviedo, Real Valladolid, Jaén, Getafe y Tenerife.
Por la astucia con
que prepara sus maniobras como gran olfateador de futbolistas que es, por el
sigilo con el que encauza sus objetivos y la efectividad de sus pesquisas
siempre buscando jóvenes talentos aún por descubrir, Santi Llorente ha sido
calificado de inteligente y de auténtico “zorro” por quiénes bien le conocen,
recordando de los
primeros tiempos en el fútbol base, que eran muy pocos los equipos que
entrenaban durante la semana, que a los jugadores se les impedía beber agua en
los descansos e interrupciones y que a los golpes que recibían durante los partidos se les aplicaba calor,
en vez del recomendable frío.