Si hay un hombre en el fútbol base vallisoletano
que, siendo todo un ejemplo de perseverancia
y de compromiso,
ha pasado, sin embargo, desapercibido por norma general, ese ha sido y es Ángel Coria Jorge, un
castellano de pura cepa, taciturno y de frialdad solo aparente, al que nunca le ha gustado destacar ni ser el
centro de atención, un hombre vinculado desde 1979 a la Ferroviaria, veterano
club al que ha sido fiel, como su último gran comandante, hasta que el
histórico club rojinegro, creado el 6 de junio de 1926, desapareció en el verano de 2012.